Se trata de una contracción involuntaria que se produce en uno o varios músculos y que provoca un dolor intenso. En ocasiones, incluso imposibilita realizar cualquier actividad durante un tiempo. Hay personas que solo tienen calambres musculares en momentos específicos, sin embargo, otras suelen padecer de esto con frecuencia. Una gran cantidad de deportistas se ven obligados a frenar su actividad debido a la aparición de calambres musculares, aunque también es frecuente que aparezcan mientras dormimos, o bien, cuando estamos realizando un trabajo físico muy intenso. Estas contracciones son muy desagradables y pueden aparecer en cualquier momento.
Estas son las principales causas por las que se genera este problema:
Deshidratación: La deshidratación podría ser uno de los motivos, pero no es el único, ya que un deportista bien hidratado también corre el riesgo de sufrir calambres musculares.
Un bajo estado físico: Otra de las razonas de su aparición se debe al sometimiento a entrenamientos exigentes que están en ese momento por encima de nuestras posibilidades.
Altas temperaturas: Realizar deporte al aire libre durante épocas calurosas es un riesgo para la salud en general.
Falta de electrolitos como el sodio, por esto es necesario prestar atención a la ingesta de sales minerales.
Cuando estés entrenando y comiences a sentir calambres por alguno de tus músculos, realiza los siguientes pasos:
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- Para inmediatamente lo que estés haciendo.
- Camina muy despacio si el dolor te lo permite.
- Estira suavemente el músculo.
- Bebe pequeños sorbos de agua.
- Si entrenas en zonas donde la temperatura es elevada es recomendable que lleves alguna bebida con sales.
- Aplícate agua fría en la zona afectada, también puedes utilizar una crema con mentol.
Recuerda que, si sufres constantemente de este problema, lo ideal es que te pongas en manos de un médico o fisioterapeuta.