Las sobrecargas musculares no se consideran lesiones en sí, pero si no se les pones atención, pueden acabar derivando en una lesión real. Una sobrecarga muscular es una contracción involuntaria y continua de las fibras musculares que se produce como consecuencia de la práctica excesiva de deporte o de la mala ejecución de un ejercicio. Además, las sobrecargas musculares también se producen a causa de la repetición errónea de algún gesto o por un sobreuso de un determinado músculo.
Los síntomas de una sobrecarga muscular pueden ser muy variados, entre ellos, se encuentran las sensaciones de hormigueo, adormecimiento o dolor de la zona afectada, así como la rigidez o la aparición de dolor en el cuello o en la espalda. También se consideran como síntomas de una sobrecarga muscular, la sensación de debilidad o de fatiga en las manos, los brazos o las piernas, así como los estadillos o chasquidos cuando se realiza algún movimiento. Algunas veces, estos síntomas aparecen y desaparecen, pero es importante no ignorarlos, ya que las sobrecargas musculares pueden generar lesiones graves
La forma más eficaz de combatir las sobrecargas musculares es una buena prevención, para lo cual es conveniente prestar atención a tres aspectos diferentes como: el descanso, la alimentación y el plan de entrenamiento. También es muy recomendable asistir a la consulta de un fisioterapeuta que alivie las molestias asociadas a la sobrecarga muscular y que pueda facilitar tablas de ejercicios adecuados