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Se trata de un término muy amplio en el que se extienden una infinidad de procesos constantes en nuestro cuerpo. Es una palabra que utilizamos con mucha frecuencia refiriéndonos a la capacidad de nuestro cuerpo de producir energía, es decir, las calorías que quemamos.

Cuando se quiere perder peso interesa aumentar el metabolismo para provocar un incremento de las calorías que gastamos y conseguir un déficit energético, pero el metabolismo es mucho más que eso, es la clave en el deporte a la hora de regular la producción de energía. Por esto, tanto si se quiere bajar de peso, como ponerse en forma o mejorar el rendimiento, es necesario perfeccionar nuestro metabolismo.

Al practicar algún deporte, o simplemente hacer algún tipo de actividad física, nuestro cuerpo demanda energía para satisfacer las necesidades de reposición de sustratos y transporte de sustancias, logrando que los elementos necesarios como las hormonas y los nutrientes, lleguen a cada órgano y tejido del cuerpo. El metabolismo también se encarga del mantenimiento del equilibrio del cuerpo a nivel interno y todos estos procesos van dirigidos a producir un trabajo mecánico mayormente en el musculo.

 

 

 

Por otro lado, la energía la obtenemos de las grasas y los carbohidratos. Por su parte los carbohidratos se ubican en nuestro organismo como glucosa, circulante en la sangre y en el musculo o glucógeno. Dependiendo de la intensidad del ejercicio predominará un sustrato u otro, cuanto más baja sea la intensidad, mayor será el porcentaje de energía que aporten las grasas. A medida que aumente el esfuerzo se incrementará la energía proveniente de los hidratos.

La mayoría de los ejercicios reciben la energía de una combinación de grasas e hidratos. En función del nivel de entrenamiento, las grasas podrán aportar energía entre el 55 y el 75% del consumo máximo de oxígeno, mientras que los hidratos si llegan hasta ese 100%. Cuanto más entrenado está nuestro cuerpo, mayor será el porcentaje del consumo máximo de oxígeno al que llegarán las grasas y esto optimiza los recursos de forma notable. En deportes de resistencia resulta básico para mantener la intensidad durante más tiempo, ya que el depósito de hidratos puede agotarse. De cualquier manera, es necesario recordar que el plan de entrenamiento combine varias vías metabólicas, para manejar las diferentes intensidades y llevar un control de la fatiga.

 

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